Dulce Navidad.

Tarde pero seguro lo mio. Navidad, Navidad... Siempre amé la época navideña, pero no sé que me pasó este año. Será que maduré más y pude darme cuenta de que, realmente, no todo en la vida es de color rosa. Tampoco es que viví en una bolita de cristal de esas que cuando las agitás empieza a caer nieve ni en la casa de los sueños de Barbie, (que siempre quise tener) pero este año, con la Navidad, además de risas y regalos llegó ese planteo que generalmente lo reservo para fin de año, pero se ve que esta vez me tocó unos días antes. No voy a negar que la navidad me gusta. No por todo lo marketinero y superficial, sino por el significado. No soy muy creyente que digamos, pero yo le tengo un propio significado a la navidad... que me parece más realista y que me convence año a año de que no hay nada más lindo que la familia unida. Para mi la navidad es época de unión, de amor, de valorar lo que realmente lo amerita... Como a los seres queridos, a la salud... Esa es mi Navidad.